Guadalupe Casas ha sido la responsable de ser el vínculo que une generaciones en su familia compartiendo su pasión por Venados de Mazatlán, un legado heredado por sus padres.
Lupita, como la conocen, ha sido fiel aficionada de los astados desde que recuerda, una afición que ha unido generación en su familia, pues ha pasado de sus padres (QEPD), hasta hoy en día en sus nietos.
“Tengo más de 60 años siguiendo a Venados y como socia desde que instó la modalidad de tarjetas de Venados, soy venada de corazón, igual que toda mi familia.
“Mis padres, sin conocerse aún, iban al estadio viejo, los dos eran aficionados y al conocerse con más razón, yo pienso que desde el vientre de mi madre he adorado el beisbol y a mis Venados de Mazatlán”, compartió emocionada.
El Estadio Teodoro Mariscal es la casa de los recuerdos para los mazatlecos y Venados ha enlazado vidas e historias durante años. Lupita Casas nos comparte algunos de sus recuerdos más valiosos, vividos en la casa de los rojos.
“Tantos recuerdos, he estado en tantas finales, el campeonato que nunca voy a olvidar es el del 2005 donde quedaron Campeones de Liga y de Serie del Caribe, ahí estuvimos más de las 2 de la mañana y felices
“Me acuerdo una vez cuando (lanzó) Fernando Valenzuela, perdió nuestro equipo, pero salimos con un gran sabor de boca, iba empezando, era un pítcher más y salimos con un buen sabor de boca por el gran pítcher que nos tocó ver, he llorado, un juego que perdimos, quedamos descalificados y el último out fue de Miguel Ojeda, sentí muy feo, pero siempre apoyando a nuestros Venados”, recordó.
Como fan de corazón de la novena porteña, Lupita ha acudido a apoyar a su equipo aún lesionada, con sus hijos de la mano y ahora con sus nietos.
“Una enseñanza que me dio mi padre y la tengo tan arraigada, él decía, cuando los aficionados se van a la séptima, se van los fanáticos y nos quedamos los aficionados, eso se me grabó mucho, siempre hay que disfrutar porque siempre se gana y se pierde, nos lamentamos, pero salimos sonrientes aún perdiendo mi equipo.
“Tengo fotos donde voy con muletas a apoyar a Venados, tuve fractura, el doctor como siempre me dijo reposo absoluto, pero yo dije no, no me pierdo mis juegos, es mi pasión y habiendo temporada de beisbol es mi diversión, ahí voy a estar”, agregó.
En su infancia Lupita, junto a sus papás José Trinidad Casas Moyron y Yolanda Castillo Ross (QEPD), quienes en su altar tienen una pelota firmada por los jugadores de Venados, vivieron en el Cerro de la Nevería, donde recuerda que jugaban beisbol.
La matriarca de la familia comparte las historias de su infancia con sus hijas Leslie y Michelle Perales Casas, y ahora con sus nietos Regina y Emiliano, a quienes ha transmitido no solo pasión, sino también su amor por el equipo, creando así más historias para recordar.
“Es una satisfacción plena acudir todos al beisbol, como cuando disfrutamos un viaje, donde quieres que esté toda la familia, cuando va mi familia, que casi siempre vamos todos, es algo muy pleno, satisfactorio y siempre a nombre de mis padres que me inculcaron esta tradición.
“Es algo muy aconsejable para todo mundo, el deporte que sea, pero estar unidos sanamente y fomentarles la diversión, convivir en familia no tiene palabras, es algo compensatorio, es algo que se queda en la memoria como recuerdo, como cuando íbamos con mis padres”, compartió.
Guadalupe Yolanda Casas Castillo y toda su familia ya tienen sus tarjetas de socio para apoyar a Venados en la temporada 2024-2025 y están a la espera de los nuevos jersey.
“Ya estamos listos con la camiseta puesta y ya tenemos gafete adquiridos, esperando que salga la novedad de jersey y qué jugadores van a venir, ya tenemos al gran Héber Gómez.
“Yo creo que el mejor regalo el Día de las Madres sería que tuviéramos temporada de beisbol y ahí hiciera mi festejo en grande con mi familia y con Venados”, agregó con una gran sonrisa.
Como nuestra socia fiel cuando dice #YoSoyVenados y una familia que por generaciones ha apoyado a los rojos, este Día de las Madres Venados Mazatlán felicita a Lupita, y a todas las mamás.