Visitar Mazatlán para muchos es sinónimo de descanso y placer para otros, la oportunidad precisa para cumplir un sueño, tal es el caso de Ian Magallanes.
Con tan solo siete años de edad, Ian ya forma parte del equipo Dodgers Dreams Kids en su ciudad natal, Los Ángeles. Y es que, su amor y pasión por el deporte rey se hicieron presentes prácticamente al caminar y ha contado con el apoyo desde el seno de su familia.
Sus padres mexicanos. Él, Oscar Manuel Magallanes mazatleco; ella, Evelyn Magallanes de Oaxaca, han sabido sembrar las raíces de sus ancestros, desde el gusto por la gastronomía, el español como idioma de hogar y por supuesto, la pasión traducida en un Club, Venados de Mazatlán.
Con unas vacaciones planificadas en el territorio de la manada roja, al padre de Ian, no le tembló el pulso para ponerse en contacto con la Academia Venados Baseball y cumplir así, uno de los tantos sueños que crecen en la mente de su pequeño, jugar con los niños de la escuela deportiva.
Impregnado de mucha algarabía, el añorado encuentro finalmente se concretó junto a los miembros de las categorías Pingüica e Infantil Menor y de la mano del instructor Amílcar García y del Director Deportivo, Ricardo Ríos.
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Lanzamientos, corrección de posiciones, estrategia, robo de bases y deslizamientos, fueron algunas de las actividades que realizó Ian junto a sus nuevos amigos.
“Siempre es satisfactorio para nosotros recibir invitados y más cuando se trata de un niño que desde pequeño ha sentido interés por la pelota. Ha sido una tarde muy interesante, vemos en Ian mucho potencial, no solo por su nivel de juego sino por el carácter que posee, apenas llegó, tomó su guante y se hizo parte de nosotros”, puntualizó Ríos.
Desde las gradas, a Ian le acompañaron sus familiares mazatlecos y su papá, quien cargado de emoción no dejaba de caminar de un lado a otro, supervisando que el encuentro fuese tal como lo había previsto. Su mamá fue testigo desde la pantalla del celular porque está aprovechando el viaje para ver a sus seres queridos en otra región del país.
“La experiencia ha sido muy bonita, nos recibieron muy bien y estamos muy contentos, me gusta como juegan con los niños, como los entrenan y si, también los resultados que veo en redes sociales”, dijo Oscar Manuel Magallanes con los ojos cargados de lágrimas producto de la emoción.
La familia Magallanes también quiso dejar huella y contribuir con la formación de los futuros peloteros profesionales para ello, cargaron con morrales, bolsos y algunos taquetes para los alumnos de la Academia; un aporte que hacen con el corazón en pro de su gran pasión.
“Que orgullo siento de mi equipo, por mis venas corre sangre Venados, uno no se desprende de sus raíces, tenemos 25 años en Estados Unidos y quiero que mi hijo se sienta orgulloso de donde viene”, aseguró el progenitor de Ian.
Por supuesto, no podían faltar el Venny, Vennyto y una muy alegre barra que empujaba a los pequeños a ir por más. La fiesta terminó con un convive donde los peloteritos degustaron unas deliciosas pizzas y la debida visita al estadio Teodoro Mariscal.