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Mazatlán, Sinaloa.- El pintor mazatleco Eduardo Sarabia ha llevado su talento al ámbito internacional, convirtiéndose en una figura destacada en el mundo del arte.

Conocido por plasmar la esencia de la cultura y tradiciones mexicanas en su obra, Sarabia ha rendido homenaje al legendario pitcher Fernando Valenzuela, un ícono del beisbol mexicano, cuya influencia y legado deportivo resuenan profundamente en el corazón del artista.

Inspirado en la pasión de Valenzuela y en su propia conexión con el beisbol, Sarabia ha capturado en sus obras la esencia de este deporte, honrando a quienes lo han transformado en una tradición en Mazatlán.

Las pinturas de Sarabia destacan por su colorido y complejidad, características que reflejan la dualidad entre el arte y el deporte: ambos unen y emocionan a la comunidad.

Recientemente, Sarabia colaboró con Venados de Mazatlán y los uniformes de la temporada Banco Azteca 2024-2025 de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico, tienen un toque de inspiración en su arte.

Este innovador diseño rinde tributo a sus raíces mazatlecas y a su amor por el beisbol, integrando elementos visuales de su obra, junto con un guiño a un fenómeno celestial: el eclipse. La idea de integrar el eclipse no solo añade un toque visual poderoso, sino que simboliza el misticismo y la fuerza de Mazatlán, donde la naturaleza y la cultura se encuentran en cada rincón.

 

En un esfuerzo por revitalizar el Museo de Arte de Mazatlán, Sarabia impulsó la remodelación de dos galerías, gracias a la colaboración con Grupo Venados y el ISIC.

Para Sarabia, el beisbol es más que un deporte; representa un lazo con su ciudad natal y una fuente de inspiración que lleva consigo en cada uno de sus proyectos. Su trabajo artístico trasciende el lienzo para transmitir ese orgullo mazatleco, convirtiendo la pasión por el beisbol en un motivo recurrente de sus piezas.

El homenaje a Fernando Valenzuela y la conexión con los Venados de Mazatlán consolidan el legado de Eduardo Sarabia como un artista comprometido con sus raíces y como un embajador del beisbol en el mundo del arte.

Con cada pincelada, Sarabia logra inmortalizar el espíritu de Mazatlán, convirtiendo el beisbol en un arte que va más allá del campo de juego, logrando inspirar a generaciones y recordándonos la importancia de nuestras raíces.