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MAZATLÁN.- El Estadio Teodoro Mariscal se convirtió en el epicentro de la emoción y el orgullo de Mazatlán en una noche mágica que marcó el inicio de la temporada 2024-2025 de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico, ante un público de 15,603 aficionados.

Venados de Mazatlán hicieron su tan esperado debut, trayendo de vuelta el latido que solo el beisbol puede provocar en el puerto.

Desde el primer paso de los jugadores en el diamante, el ambiente se transformó. Las cornetas resonaban, las risas de los niños impregnaban el aire, y los aplausos ensordecedores se sentían en cada rincón del estadio.

Los mazatlecos, con sus jerseys y gorras rojas, daban la bienvenida a su equipo con el entusiasmo que los caracteriza, creando una atmósfera festiva que contagiaba a todos los presentes.

Una vez más SEDENA formó parte de la gran fiesta de los mazatleco, fueron los protagonistas de los honores a la bandera, donde participaron con la Monumental y la Banda de Guerra, pero premio la Banda de Música fue el preámbulo del evento, además de una helicóptero de la Fuerzas Aéreas que sobrevoló el máximo recinto deportivo, hondeando una bandera cuando el reloj marcó las 17:30 horas.

La ceremonia de inauguración fue un despliegue de emoción, con la presencia de figuras emblemáticas como José Antonio Toledo Ortiz, Ismael Barros Cebreros y Jesús “Chino” Valdez. Sin embargo, el momento más emotivo llegó cuando los héroes olímpicos, Marco Verde y María Guerrero Cazares, fueron ovacionados al lanzar la primera bola y bate, un gesto que enalteció aún más la esencia del deporte.

El cielo de Mazatlán se bañó en luces cuando las pantallas del estadio proyectaron los nueve títulos de los Venados, un recordatorio de la grandeza de un equipo que ha forjado su historia con esfuerzo y pasión.

La noche culminó con un espectáculo de fuegos artificiales y láser que iluminaron la «Perla del Pacífico», mientras el Corrido de Mazatlán resonaba en cada rincón, provocando que miles de voces lo corearan al unísono.

El regreso del beisbol a su hogar trajo consigo no solo el inicio de una nueva temporada, sino también la unión, la alegría y la pasión que los Venados de Mazatlán logran despertar en su gente.

 

Previo al inicio de la ceremonia inaugural, los jugadores y directivos del club recibieron la tradicional visita del sacerdode en el Club House, donde los invitó a ser siempre guerreros y luchar por alcanzar el objetivo, ser campeones.