Este fin de semana se concretó sobre el terreno de juego del Walker Stadium, la alianza entre los Pockles de Portland y Venados de Mazatlán en pro de la promoción del buen béisbol.
A juicio de José Antonio Toledo Pinto, Presidente Ejecutivo de los rojos del puerto, la presencia de los colores del equipo y su piel, “es un hecho histórico que abre la puerta para que conquistemos el mercado norteamericano con muchas alianzas con otros equipos”.
Y es que, el partido entre Pockles y Elks de Bend tuvo un aderezo muy especial. La música típica de la región y los sabores característicos mexicanos invadieron el estadio para conquistar el son y paladar de los espectadores.
También estuvo presente la piel rojinegra de los mazatlecos en los jugadores y cuerpo técnico del equipo de casa, pues todos saltaron al diamante portando casacas de Venados de Mazatlán….y por supuesto, no podría faltar el Venny, quien junto a “Pepinillo” hizo reír y disfrutar a grandes y pequeños.
Por su parte, Alan Miller, dueño de Pickles, calificó lo vivido como “una noche fenomenal, exitosa y el comienzo de una relación fructífera”. A su juicio, “el béisbol une a la gente” y el poder entablar este tipo de relaciones en pro de la gente y el intercambio cultural, es uno de “los momentos más orgullosos que he tenido hasta ahora en este trabajo”.
Miller a su vez, resaltó la energía que se vive en el Teodoro Mariscal en cada partido, la calidad de juego así como, el espectáculo que produce Venados y lo toma como un modelo a seguir por lo que considera que en adelante, la relación entre ambos equipos se va a solidificar.
La esperanza y el deseo de cara al futuro, se centra en poder repetir la experiencia al menos una vez al año y mantener viva la sociedad entre ambos clubs. En lo inmediato se está barajeando la posibilidad de realizar un juego de exhibición a finales de este año entre WCL All-Stars y el equipo de Mazatlán.
Román Barrón y Simon Lynds, Gerente de Comunicaciones y Miembro de Venados Booster Club respectivamente, fueron los representantes del Club porteño en Estados Unidos, y sobre ellos cayó la responsabilidad de animar, presentar a los jugadores en español y organizar en gran medida el encuentro.